Saber que estaba tan cerca, solo él sabia lo cerca que estaba. Él lo sabia todo.
Tome mi cartera, mire la habitacion ya vacia y respire. No quedaban recuerdos atras, solo imagenes sin sentido.
Al subir al taxi recorde que mi celular se encontraba en la mesa del comedor. ¿Deberia volver?. Volver. Nada sonaba mas triste que esa palabra. Tenia ya quince años preparandome para este momento y cuando llego, simplemente dude.
Volver, me repeti. No era digno de mi parte dejar en aquel departamento algo mio, algo que signifique mi presencia. Pero ¿volver?, ya a seis cuadras de distancia: ¿volver?.
-Por favor, vuelva hacia el departamento, -dije casi sin pensar-solo sera un momento.
De mala gana, el taxista tomo la paralela para tomar la calle que llevaria hacia el gigante edificio iluminado, preparado ya para la noche que se aproximaba.
Sali casi a carrera del automovil al frenar, y entre, salude a Bob, como hacia siempre, y me dirigi a las escaleras, que a pesar de que estaba el ascensor en planta baja, decidi subir por escalera, asi sentia mas el sufrimiento de volver. Volver.
Al llegar a la puerta del departamento de dos habitaciones, un cuarto de estar, baño y una pequeña cocina, respire hondo y palmeé mi bolsillo y retire las llaves de mi jean.
Me detuve al escuchar un sonido muy particular, un sonido muy similar a...a...¡a mi celular!. Estaba sonando, podia ser él y yo en la puerta sin poder hacer nada.
Me apresure para abrir la puerta pero la desesperacion me hizo errar varias veces antes de poder dar en el blanco. Pero para cuando ya estaba adentro no escuche nada mas. Busque como loca el celular por si volvia a sonar, pero no estaba. ¿Como podia ser?
Revise los cajones de los muebles ya con sabanas blancas puestas y abajo de los sillones. Pero no habia nada. Entonces, cuando estube a punto de entrar a la habitacion, lo escuche de nuevo.
Corri hacia ella y lo vi. Parado de espaldas hacia la pared. Tenia el movil en la mano como esperandome. Miraba perplejo el cuadro que yo misma habia pintado. Sonaba una y otra vez sin que se moviera. Me acerque con cautela y vi como su celular llamaba al movil de su mano izquierda. ¿Cuanto tiempo habia estado ahi parado llamando a un celular sin atender?
-Solo volvi. Volvi y tu te fuiste.
Volver, sono nuevamente en mi cabeza.
-Queria llevarte a cenar, a ese restaurante que tanto te gusta...¿su nombre era?
-Bon appétit- agregue.
-Pero, no. Te fuiste, -dio un giro de ciento ochenta grados y me miro- ¿fui yo?.
Como decirle que si. Como mentirle. Si era todo lo que esperaba, todo lo que queria. No huia de él, sali en su busca.
domingo, 1 de febrero de 2009
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